Laguna Francia: continúa el rechazo a la construcción de un edificio

Tras la audiencia pública que convocó el juez Civil y Comercial 21 Julián Flores el pasado martes con vecinos de la ciudad, en el marco del conflicto generado por la construcción de un edificio en la laguna Francia, la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente, junto a la Cámara de Diputados de la provincia, recibió a defensores del ambiente que brindaron detalles de la situación.
El conflicto que lleva varios años se inició cuando se intentó levantar edificios de viviendas en esta zona inundable, situación que fue judicializada. Posteriormente la empresa reformuló el proyecto y logró un acuerdo para construir 3 bloques de oficinas, lo que sigue generando resistencia ya que no cuenta con un plan de desagüe pluvial.
Los vecinos recordaron que la función de las lagunas es muy importante, sobre todo en las lluvias torrenciales, ya que conforman parte del sistema de defensa de la ciudad, por ello presentaron un documento a los legisladores con los fundamentos de su exposición.

preocupación vecinal
Para conocer más sobre la situación, La Voz del Chaco consultó con el ambientalista Ramón Vargas, de la fundación Ambiente Total, quien calificó de clave no sólo la reunión con diputados, sino también con el Concejo Municipal, y comentó que en ambos encuentros abordaron la situación en torno a la laguna Francia, enfocándose en los problemas hidráulicos que enfrenta la zona debido al cuello de botella en el sistema de desagües.
Según el ambientalista, la cuenca de aporte a la laguna es significativa y cualquier incremento en el nivel del agua puede desencadenar desbordes que afectarán a las viviendas cercanas.
Una de las preocupaciones principales es que, ante lluvias intensas, la laguna podría desbordarse y provocar inundaciones en las casas de los vecinos.
Asimismo, explicó que la empresa responsable del proyecto no se presentó a la audiencia pública, generando aún más inquietud entre los residentes, y señaló que, a pesar de las obras de relleno ya realizadas en el terreno, no se cuenta con las autorizaciones necesarias ni se ha solucionado el problema del desagüe pluvial en la zona.
El activista destacó que la oposición de los vecinos va más allá de cuestiones estéticas del proyecto arquitectónico. Lo fundamental es resolver las deficiencias en el sistema de desagües antes de realizar cualquier intervención en la zona.
Además, Vargas hizo hincapié en que la supuesta firma de un acuerdo entre la empresa y una comisión vecinal no representa la voluntad de toda la comunidad afectada.
El proyecto inicial de la empresa contemplaba tres bloques de edificios de cinco pisos, y aunque se ha modificado a tres bloques de cuatro niveles, la preocupación persiste debido a la falta de solución a los problemas de inundaciones.
Los vecinos han presentado pruebas de las inundaciones ocurridas recientemente durante una lluvia de 70 milímetros, lo que refuerza su postura de que el proyecto no puede avanzar sin resolver previamente las cuestiones de drenajes y desagües en la zona.

Solución
El integrante de la fundación Ambiente Total señaló que «la conclusión de todos es que, si no se soluciona previamente todo el desagüe pluvial de toda esa cuenca, cualquier intervención que se haga va a ser perjudicial, ya que en general consiste en rellenar el terreno, donde cada camión de tierra que se pone ahí es un camión de agua que va para la casa de un vecino. Y en el caso de este proyecto de la empresa Patagonia se han puesto muchos camiones de tierra», recordó.
«Sobre el terreno que pretenden construir primero rellenan y después van a hacer la construcción. Ya han hecho un relleno de más de un metro y pico de tierra. No hubo ninguna autorización, a pesar de que había un amparo sobre todo lo que se estaba haciendo ahí desde 2019», recordó.
«Entonces los vecinos ya están con mucho enojo porque entienden que no se los está escuchando, que la empresa hace lo que quiere, porque tiene todo vallado con chapas azules, que no se puede ver nada de qué es lo que pasa dentro de ese predio», y añadió otro motivo de malestar: «A la vez la empresa está mintiendo en el sentido de que han llegado a un acuerdo con la comisión vecinal de Villa Altabe. Y lo dijo muy claro el juez: sólo recibió un acuerdo firmado por una comisión vecinal con sólo tres firmas; o sea, el presidente y dos más; y el resto de la gente, que en principio eran once los que presentaron el amparo en 2019, ninguno de ellos está en esa comisión», explicó.
A la vez ratificó que «el amparo sigue firme porque, y además ya casi es abstracto, porque el proyecto que había presentado la empresa era de tres bloques de edificios de cinco pisos. Y lo que presenta ahora que dice que cambió el proyecto es de tres bloques de cuatro niveles, de cinco, de planta baja y tres niveles. El otro era para unos cien departamentos y estos tres bloques son para oficinas y comercio en la planta baja, pero ya igual la gente no está discutiendo si es bonito, si no es lindo, si es el diseño que han hecho. Todo eso está bárbaro que van a poner. Lo que la gente está diciendo es que si no se arregla antes toda la situación nosotros vamos a seguir teniendo los mismos problemas».
«El juez está diciendo que necesita la voz de todos los vecinos y por esto el 18 se va hacer una votación por sí o por no», aseguró.
Ante esta situación, Vargas informó que la fundación Encuentro por la Vida, en calidad de amigos del juez por su experiencia en conflictos ambientales, está colaborando para orientarlo en la legislación existente. La decisión final recae en el Juzgado 21 de Julián Flores, pero la comunidad espera que se considere su voz y las normativas ambientales vigentes antes de autorizar cualquier construcción en la zona.
La votación próxima será crucial para determinar el futuro del proyecto y la preservación de la laguna Francia como un espacio natural protegido y de importancia para la comunidad de Resistencia.