Rodolfo Sancho, a los medios de comunicación: «No tengamos un problema»

La segunda sesión del juicio contra Daniel Sancho por el presunto asesinato de Edwin Arrieta ha unido a sus padres, el actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo. Aunque en un primer momento se pensó que se habrían organizado para no coincidir debido a la mala relación que tienen, la abogada de Bronchalo explicó este martes en el programa ‘TardeAR’ que la ausencia en el primer día se debió a un problema personal derivado de un tema de salud que se había complicado en las últimas horas.
A su llegada al tribunal provincial de la isla tailandesa de Ko Samui, Bronchalo ha evitado responder a las preguntas de los medios de comunicación, mientras que Sancho ha pedido «respeto». «Yo os trato con educación y respeto y espero lo mismo de vosotros, así que por favor no me cerréis el paso, dejadme pasar, no me empujéis, no me pongáis zancadillas…», espetó el actor, que ha lanzado una advertencia: «En este país está prohibido grabar a la gente en público y hacerle fotografías. No tengamos un problema».
Este martes dio comienzo el juicio contra Daniel Sancho. El cocinero español lleva en prisión provisional desde el pasado mes de agosto, cuando confesó los hechos ante la Policía. Entonces se le pudo ver esposado durante la reconstrucción de los hechos, calmado mientras explicaba lo acontecido y señalando los lugares en los que había ocultado el cuerpo después de descuartizarlo y repartirlo por varios enclaves de la isla de Phagan, uno de los destinos más turísticos de Tailandia.
A primera hora de la mañana, el hijo del actor Rodolfo Sancho llegaba en un furgón de la Policía para sentarse en el banquillo de los acusados esposado de pies y manos. Durante el proceso, la Fiscalía buscará demostrar que hubo premeditación en el asesinato del médico colombiano mientras que la defensa del chef español sostendrá que se trató de un accidente durante un enfrentamiento. La premeditación y la intencionalidad son la clave para determinar la condena a la que se enfrentará Daniel en un país en el que está vigente la pena de muerte.
Un tribunal «muy garantista» con la defensa
El juicio se está celebrando a puerta cerrada y, aunque la prensa ha podido acreditarse, no puede hacer ningún tipo de grabación ni transmitir nada de lo que suceda en el interior, ni siquiera se pueden tomar notas. De hecho, durante el proceso, todos los presentes deben cumplir una serie de normas budistas. Quienes estén en la sala deberán permanecer descalzos y vestir pantalón largo. Además, han de tener los hombros cubiertos. Igualmente, permanecerán sentados en una postura muy concreta: con las manos sobre las piernas que no pueden cruzarse.
Unas normas que también ha tenido que cumplir Rodolfo Sancho, padre del acusado, que llegó a Tailandia hace dos semanas. El reconocido actor llegó tranquilo, como es habitual en él, y respondió con amabilidad a los medios. Hasta ahora, había optado por el silencio y solo habíamos tenido noticias a través de su equipo legal, encabezado por el conocido abogado Marcos García Montes. A su salida tras finalizar la sesión, el intérprete aseguró que «todo ha ido muy bien».
En esta sesión inicial, que duró ocho horas, fueron a declarar los primeros testigos de la casi treintena propuesta por la Fiscalía tailandesa: los operarios que encontraron los restos de Edwin Arrieta en el vertedero de Phagan, la persona que alquiló a Daniel Sancho la moto con la que se trasladó por la isla y personal de los hoteles en los que se alojó el acusado.
El abogado español de la familia de la víctima, Juan Gonzalo Ospina, denunció durante el receso que el tribunal era «muy garantista» con la defensa. «Ha permitido al acusado hacer preguntas él mismo; algo que sería inaudito en España», apuntó. Además, relató que su equipo fue amonestado por la información que pudo trascender del proceso judicial por su parte. Temeroso de que la opinión pública pueda influir de algún modo en el proceso, el letrado mostró su deseo por que «la familia pueda cerrar esta etapa tan dolorosa y comenzar el luto».
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