A partir de mañana, se entra en la cuenta regresiva para que las cámaras del Congreso de la Nación den luz verde a las iniciativas del Ejecutivo, que espera llegar al 25 de Mayo con los instrumentos legislativos que permitan refrendar en Córdoba el llamado Pacto de Mayo. El Presidente viene, hasta ahora, «con viento a favor», con indicadores económicos que hacen que su ponderación social siga con crédito favorable. El viernes a la madrugada, se reunió en Ushuaia con dos enviados de Joe Biden, en un encuentro de alta significación preparatoria de una cumbre bilateral -aún sin fecha- que se llevará a cabo en la Casa Blanca. Milei destacó que la relación es con los Estados Unidos, mas allá de si ganan los republicanos o los demócratas. No dejó de mencionar la relación con Israel como prioritaria en lo que es la política exterior del país. El Presidente cuidó además su relación con China. Apostó a una base mixta, de carácter científica en el Sur, en la que chinos y norteamericanos sean partícipes como forma de despejar las dudas que se generaron en los últimos días. La misma apertura se observará con Brasil, con expectativas ciertas de una cumbre entre los mandatarios, luego de señales alentadoras de ambos lados.
En tres días el Gobierno cumplirá su cuarto mes de gestión. Habrá insumido la doceava parte de su mandato. Pasaron los 100 días que -históricamente- se les dan a las nuevas gestiones y se los conocen como la «luna de miel». El desafío -ahora- es «pasar el otoño», parafraseando a aquel Ministro de Economía que, hace varias décadas, instaló aquello de que «había que pasar el invierno», con la realidad que los logros no consolidaron su gestión. Todo está por verse. Un final abierto con una gestión que va mostrando resultados que parecían inimaginables. El interrogante de hasta dónde la gente aguanta las políticas de ajuste que llegaron a todos los sectores. No dejan de ser saludables, en la medida en que la realidad de una economía sincerada obliga a reformular las prioridaades, optimizar los recursos y administrar con mayor racionalidad el gasto, haciendo valer el poder de compra que permite que las reglas del mercado funcionen bajo el celoso control de la propia gente, único mecanismo apto para evitar las distorsiones que con mayor razón se producen en tiempos de una inflación descontrolada. Por estos días, Javier Milei, que fue producto de la crisis del sistema político y de los desvaríos del Gobierno anterior, así como de quienes, siendo los opositores se consideraban números puestos (con la elección ya ganada) varios meses antes, muestra que el acompañamiento de gran parte de la sociedad que lo ungió en la segunda vuelta sigue apostando a él. Algo que llama al análisis y la reflexión en medio del ajuste que, tal lo prometido, viene llevando a cabo bajo el irrenunciable objetivo de llegar y mantener el déficit cero para eliminar la emisión, nivelar las cuentas públicas y desterrar el endeudamiento que gobiernos tras gobiernos ha ido creciendo para mantener la pesada estructura de un Estado tan ineficiente como ausente. Está claro que, más allá de las ideologías, hay realidades. Las matemáticas son matemáticas y dos más dos es cuatro, acá y en la China. Los estados, como las empresas y las familias deben ajustarse a un presupuesto con la racionalidad propia de buenos administradores. No hay secretos. Alguien que gasta más de lo que gana o ingresa no puede terminar bien. En el caso del Estado, hay algo que sobresale. El déficit que se genera en esa ecuación perversa sólo puede cubrirse de dos formas. Una, con emisión monetaria. La otra, con endeudamiento, lo que genera condicionamientos, dependencia y el pago de intereses que gravitan aún más, como gastos, que se suman a los ordinarios de la gestión. En esto hay que ser objetivos en el análisis. La anterior administración dejó el país al borde de la hiperinflación. Con una espiral inflacionaria producto de una emisión descontrolada, en el marco del llamado «plan platita», donde el Ministro, siquiera el Presidente, contó con superpoderes de cuyo abuso surgió el aumento del déficit a niveles muy distintos de los acordados apenas días antes con el Fondo Monetario Internacional. Estaba claro que cualquiera que resultara ganador debía dar un giro de 180 grados. De hecho, los tres candidatos prometían, a grandes rasgos, las mismas cosas. Sólo que toda promesa y la ejecución de las medidas consecuentes deben tener un marco de credibilidad que permita que los mercados las vean posibles, y que la gente está dispuesta a acompañar. Para el peronismo quizás, antes que nadie, la situación sobreviniente no deja de ser alentadora a futuro. Este interregno permite generar mejores condiciones no sólo para el justicialismo, sino para que el sistema político funcione en armonía con reglas de la economía acordes a la realidad de los tiempos. Alguien debía hacer «el trabajo sucio» que posibilitara un futuro mejor en el que la clase política que sobrevenga a esta crisis esté acorde con la responsabilidad de los tiempos. Se impone un recambio dirigencial. En todos los niveles no sólo el político. Han sido décadas dominadas por la mediocridad, donde las responsabilidades compartidas de los unos y los otros dieron lugar a la irrupción «del llamado hombre gris», producto de las crisis profundas en los distintos espacios. En estos tiempos vendrá un proceso de oxigenación y depuración. Para ello, nada más importante que repasar los sistemas electorales. Ahí, donde se genera la crisis de representación por los procesos mentirosos de selección de candidatos, donde la falta de democracia interna y la propensión irrefrenable al dedo ha llevado a que, en todos los frentes, sin excepción, tanto nacionales como provinciales, hayan surgido exponentes que no satisficieron las expectativas sociales que encontraron, en el discurso libertario y en el personaje, «la vía de escape» a las frustraciones acumuladas. En este corto tiempo, el Gobierno nacional, guste o no, puede mostrar resultados. Los mercados vienen dando una fuerte cuota de apoyo, con indicadores relevantes que generan expectativas y que trascienden las fronteras. A ello se suma algo que no es menor, que es la confianza que genera en la gente y el acompañamiento de un porcentaje mayoritario, dentro del cual se destacan nítidamente los jóvenes y, en especial, los del género masculino. Banda etárea de entre 16 y 29 años, que son claramente determinantes en la base poblacional. En análisis queda para los sociólogos y los politólogos. Lo que sobresale, en una lectura rápida, es que la gente estaba cansada de los unos y de los otros. Todos habían fracasado y agotado su discurso con reproches recíprocos, muchas veces públicos y en tonos impropios que habían distanciado aún más a la clase política de sus naturales representados. El peronismo como movimiento nacional no se vio interpretado ni por la gestión presidencial de un hombre impuesto por el dedo, sin trayectoria ni militancia, ni por un Ministro perteneciente a un partido aliado, que fue producto de un «golpe palaciego». El denominador común es el hartazgo con los políticos, una contradicción que ha sabido explotar con notable profesionalidad el candidato libertario. A fuerza de golpes de efecto, cuidadosamente estudiados y de su afición a las redes sociales, ha logrado lo más difícil para un novel político, que es romper la natural indiferencia del cuerpo electoral de la Nación, siempre refractario al discurso tradicional de los políticos que no se han acomodado a los nuevos tiempos. Hay indicadores que no pasan desapercibidos. El hecho de que, contra todos los pronósticos, se ha desarmado la impresionante bola de las Leliqs dejada por Sergio Massa, que era absolutamente inmanejable por la progresión exponencial de la deuda como consecuencia de los altísimos intereses que devengaban. A ello se suma: 1) Haber disipado el fantasma de la hiperinflación que asomaba como inevitable. 2) La baja progresiva de la inflación, que este mes estaría alrededor del 10%, a pesar de la incidencia del sinceramiento por la quita de subsidios. Alienta la esperanza tanto más cuanto se anticipa una tendencia descendente que podría hacer que los registros de los próximos meses continúen a la baja y hagan la realidad de las expectativas del principal banco de los Estados Unidos, que anticipó no sólo la vuelta de Argentina a los mercados del exterior, sino que en 2025 la inflación del año podría bajar al 40 por ciento. 3) La baja del riesgo país, que llegó a estar en los 4 mil puntos y que cerró el último viernes por debajo de los 1.300, en una línea descendente desde el 10 de diciembre. 4) La compra de dólares que se realiza jornada tras jornada. Sólo en la última, 462 millones de dólares, con lo cual se llegó a acumular la suma de 12.200.000.000 de dólares que hicieron que las reservas pasen de ser negativas a positivas. 5) La continua baja del dólar blue, quizás el más claro indicador del nivel de confianza de la gente. La última jornada cerró en 955 pesos para quienes querían vender y $ 985 para quienes querían comprar. Un nivel que sorprende, muy por debajo del que dejó la anterior gestión, a pesar de que en este espacio de tiempo hubo una alta inflación. 6) El acortamiento de la brecha cambiaria, que llegó a estar en el orden del 200 por ciento y actualmente está un poco por sobre el 10 por ciento. Abre la posibilidad de anticipar la unificación del mercado cambiario, para lo cual el Gobierno apunta a tener antes un colchón de 15 mil millones. 7) La suba de las acciones y los títulos. 8) El reacomodamiento de los precios relativos, severamente alterados en periodos fuertemente inflacionarios. Con el aval legislativo a las medidas desregulatorias, el blanqueo de capitales y la implementación de la reforma laboral, el Gobierno apunta a recrear las condiciones para el crecimiento de la economía, con mayores inversiones y, a la vez, lograr el financiamiento genuino de los aumentos jubilatorios con recursos reales, provenientes de los aportes de una enorme cantidad de nuevos empleos que hoy no se verifican por la llamada industria del juicio. En este tiempo, está claro que el Gobierno logró instalar en la gente que, si no ha podido avanzar con mayor rapidez en el proceso de recomposición de los salarios y las jubilaciones, así como en la baja de la inflación, ello se ha debido «al corsé legislativo» impuesto por una oposición que, a la hora de la verdad, aun tratándose de aliados, han priorizado «el sentido de casta» que el Gobierno les atribuye. Un accionar corporativo de corte transversal que defiende el «statu quo» de la vieja política, en la interpretación de Milei, que pone como ejemplo la resistencia a la eliminación de los llamados fondos fiduciarios que eran considerados «cajas negras» de la política y cuya administración se hacía sin criterios ni controles. El Presidente aludió a que sólo con esos fondos, se estaba en condiciones de adecuar la movilidad jubilatoria, con financiación propia que no genere emisión. A Milei lo sacan las propuestas de los opositores, más incluso de los llamados aliados o normales, como los que lidera Miguel Pichetto, que avalan mayores gastos sin tener el reparo lógico de la contrapartida que torne neutro el mayor desembolso. Un defecto que caracteriza a los políticos de café, que nunca trabajaron ni saben lo que es hacer un 931, o sostener una empresa.
LA CRISIS DEL RADICALISMO
Por estos días, el Comité Nacional de la UCR sigue sin dar señales. Quizás a la espera que el tiempo acomode las cosas. Por ahora, pareciera claro que el juego de Martín Lousteau, exponente como pocos de los intereses del Amba, es uno; y el del resto del radicalismo, otro. Hay una realidad que sobresale. La Unión Cívica Radical controla cinco provincias y muchas intendencias. La prioridad pasa por la caja. El día a día de la gestión, de cara al futuro turno electoral. A ello se suma la complejidad del escenario electoral para armar las ofertas de legisladores municipales, provinciales y nacionales, en una elección complicada como será la de medio tiempo de 2025. Hoy, podría decirse, que tanto Lousteau como Gerardo Morales no tienen retorno, al menos en los niveles de máxima conducción política. En el caso de Lousteau, está claro que hay «una evidente colisión de intereses» entre los propios, y el de los gobernadores que deben administrar realidades, debiendo mantener «línea abierta» con la Casa Rosada para ir sobreviviendo. Además, y no es un hecho menor, asoma la política de alianzas que la UCR capitalina planea para la sucesión de Jorge Macri en 2027. Lousteau apunta a una tercera oportunidad y, para ello, intenta acercarse al kirchnerismo para sumarlo a un frente que le permita disputar la Jefatura de Gobierno con mayores posibilidades. La fórmula Lousteau-Santoro es una posibilidad cierta con un final abierto que podría cambiar el eje de poder y la conformación del escenario electoral nacional en el que el PRO perdurará sólo en la medida en que conserve el control territorial de la Ciudad Autónoma. Algo que puede quedar en riesgo si progresan estas conversaciones subterráneas que podrían, además, tener vinculación con el sorprendente voto que, en soledad, emitió en el Senado para sorpresa, más de propios que de extraños, que siempre lo consideraron no tan lejos, más allá de la retórica discursiva.
¿Y EL PJ?
Se habló de la conformación de una Comisión de Acción Política que se haga cargo, transitoriamente, de la conducción. No se concretó en el curso del Congreso. Obviamente, así como no hubo acuerdo por un presidente sustituto, tampoco por la integración de ese espacio, fundamentalmente, porque la propia conformación del Consejo Nacional está cuestionada en su legitimidad de origen. Se hace necesaria «una oxigenación y relegitimación» por el voto directo de los afiliados para darle músculo a un partido que hace años no funciona, no define estrategias ni prioridades, no tiene debate ni funcionamiento orgánico como supo ser décadas atrás, donde -es cierto- había otros niveles en los cargos de conducción. Hoy, el justicialismo carece de liderazgo, pero, lo más preocupante, no ha logrado conformar un estado mayor que entienda que debe volver a ser un partido nacional y no una confederación de cacicazgos provinciales que se rascan para adentro, alambrando sus territorios sin vocación de poder nacional. Con todo, y en la medida en que logre llevar a cabo una renovación de sus cuadros, así como de sentar las bases de una organización que hoy no existe, el PJ puede terminar siendo la opción más fuerte de cara a 2027, tan lejos y tan cerca en el tiempo. Está claro que para obtener resultados distintos hay que hacer las cosas de manera distinta. Y está claro que el peronismo no debe resignar el primer término de la fórmula presidencial, como lo ha hecho en 2019 y en 2023. Ninguno de los que corrieron con sus colores tenían el prestigio ni la trayectoria militante acorde a la responsabilidad asumida. Ambos eran parte de otras estructuras. En el caso de Sergio Massa, sigue militando en el llamado Frente Renovador, una circunstancia no menor, que quizás explique por qué «faltaron cinco para el peso» en el ballotage.
EL PRO, EN UNA ENCRUCIJADA
Con Mauricio con la conducción formal, Horacio Rodríguez Larreta empacado «en cuarteles de invierno» y Patricia Bullrich más integrada a La Libertad Avanza que al PRO, los «amarillos» enfrentan el dilema de qué hacer de cara a 2025, y cómo manejar la relación siempre difícil con un Milei que los ningunea ya sin cubrir las formas. Una situación incómoda, como la de los propios radicales que no tienen en claro cómo insertarse en una elección tan difícil como la de medio tiempo, al menos en lo que hace a la lectura nacional de los resultados. Los más preocupados son sin duda los llamados «normales», un racimo de legisladores nacionales sin base territorial que pesan en el Congreso, pero que de tanto girar en el vacío quedaron sin inserción en una oferta nacional. Esto va desde Carrió hasta Pichetto, pasando por Emilio Monzó, Margarita Stolbizer, Nicolas Massot. Figuras con mucha prensa, pero, quizás, no tantos votos ni la posibilidad de conformar una oferta electoral común con alcance nacional. En el medio, el poderoso aparato del peronismo cordobés que, en una elección de medio tiempo, se complica aún más. No forma parte del PJ, pero tampoco el partido nacional dispone su intervención. Quizás, la evidencia más clara de la falta de una conducción con peso y legitimidad. Lo lógico sería lo de «se está o no se está». Y si no se está, «privarlo de la boleta del PJ», pero la falta de legitimidad en el PJ nacional hace que no haya autoridad para una decisión ordenatoria tanto más cuanto los papeles están flojos. Llaryora es alguien a tener en cuenta. Él, como Wado de Pedro, quizás hoy por hoy -de cara a las elecciones presidenciales- son los dos únicos con perfil para competir en segunda vuelta. Axel Kicillof, sobre quien pesa la maldición histórica de que ningún gobernador de Buenos Aires ha llegado al Sillón de Rivadavia, tiene que sortear una gestión muy difícil en lo económico, pero, además, su figura divide mucho las aguas sin posibilidad de ir sobre el mercado electoral tradicionalmente esquivo al kirchnerismo. Los que conocen de política aseguran que, como en todo proceso de la naturaleza del que se está viviendo, revolucionario en muchos aspectos, la lógica indica que, más allá de un previsible buen resultado en la elección de medio tiempo, la realidad en las presidenciales podría ser diferente. Es la experiencia de la historia, en línea además con aquello de que «llegar se llega, por distintas circunstancias, lo difícil es mantenerse y proyectarse». De ahí la importancia de manejar los tiempos, las ansiedades y redefinir, en términos realistas, la estrategia. En el caso del PJ, la mediocridad en el análisis lleva a que no se defina, con claridad quién es el adversario a vencer. Algunos ven el enemigo en Milei. Otros coinciden en que sigue siendo Macri. La falta de debate interno y de conducción de los bloques legislativos hace que el peronismo navegue sin rumbo, aunque, aun así, las condiciones objetivas pueden terminar favoreciéndolo.
LA DISCUSIÓN POR LOS CARGOS EN LA CORTE SUPREMA
Este medio lo asegura desde 2021, cuando se fue por la puerta de atrás la ministra Highton. Una jueza que llegó precedida de prestigio por su desempeño en las cámaras civiles, pero terminó de la peor forma. La Corte Suprema recién se completará al comenzar el periodo ordinario de 2025, no antes. Alberto, que no logró que su candidato a procurador general -Daniel Rafecas- siquiera pasara a la consideración de la Comisión de Acuerdos, prefirió no proponer a nadie en su reemplazo, consciente de que juntar 48 votos no era fácil, aunque no menos fácil era que Cristina lo habilitara para lograr dictamen. Hace unas semanas, cuando Javier Milei anunció el nombre de Ariel Lijo y García Mansilla, incluso cuando muchos descontaban la posibilidad de cerrar los números, este medio insistió en que habría que esperar a 2025. A partir de diciembre de 2024, la Corte, con la salida de Juan Carlos Maqueda funcionará con tres jueces hasta que se complete. Aunque, en caso de ser necesario, se convocaría como subrogantes a dos presidentes de cámaras federales para completar el Tribunal. Recién para el segundo trimestre del año venidero y conforme a la realidad política que entonces muestre el Senado, será posible avanzar con los acuerdos que no sólo incluirá a las dos vacantes de jueces, sino también, al no menos importante cargo de Procurador General. Quizás hasta el Defensor del Pueblo, vacante desde hace varios años que requiere, también, de los dos tercios. Será el tiempo de la política con operadores que conozcan el paño para un lugar tan expectante como es la determinación de quiénes se sentarán en la mesa decagonal del cuarto piso del Palacio de Tribunales. Todo lo que se hable por estos meses serán «fuegos de artificios», hasta que el Poder Ejecutivo termine por retirar los pliegos enviados. Crónica de un final anunciado por este medio que difícilmente se equivoque. La Corte tiene sus códigos, sus tiempos y sus formas. Está claro que es un terreno que Milei desconoce bastante; más complejo, por cierto, que el del Congreso de la Nación y donde no hay espacio para «largar la boca».
CAMINO HACIA «LA DOCTA»
Todo parece indicar que, luego de los primeros escarceos, donde los gobernadores creyeron ser dueños de una fuerza que no tenían, el Poder Ejecutivo comenzó a hacer efectivo lo que había anticipado. O sea, a hacer uso de los resortes del poder con una batería de medidas que hicieron que los mandatarios provinciales comenzaran a entender que el Presidente es «un hueso duro de roer», no dispuesto a hacer concesiones que impliquen poner en riesgo su plan «del déficit cero». De a poco fueron siendo más concesivos en el lenguaje, guiados por sus propias necesidades de subsistencia. Los que hablaron más de la cuenta bajaron sus notas en el cuaderno Rivadavia de cabecera de la mesa de luz presidencial. En este marco, y por estos días, están «en las pinceladas finales» de un acuerdo que resulta inevitable porque, además, para el común de la población, la política es la que complica el logro de las soluciones. Un tema sensible en términos de opinión publica en que el Presidente, al menos hasta ahora, lleva las de ganar en la medida en que la gente sigue considerando que la responsabilidad recae sobre lo que considera como casta en el decir de Milei.
UNA CARRERA CONTRA EL RELOJ
El gran interrogante que domina la escena es si el aval del Congreso llegará, en tiempo hábil, como para ver más nítidamente reflejados los resultados, particularmente la baja de la inflación a menos de un dígito. La preocupación que hasta ahora no reflejan los sondeos es el nivel de resistencia de los sectores más vulnerables que son, paradójicamente, quienes más siguen apoyando el rumbo, convencidos quizás de que es el camino a seguir. En esta preocupación coincide el Papa y el FMI, que temen por la posibilidad de que el ajuste tenga consecuencias indeseadas. El Presidente -por ahora- cree que no hay que poner en riesgo las metas y prefiere echar la culpa a la política por la falta de sensibilidad social al ejercer «un virtual bloqueo o corsé» sobre las decisiones legislativas que, hasta ahora, no se plasman. El 25 de Mayo, en Córdoba se espera que todos los gobernadores rubriquen el llamado Pacto de Mayo. Antes de eso, que le otorguen al Gobierno las herramientas pedidas, a partir de las cuales el Presidente podría dar mejores respuestas sin poner en riesgo el objetivo del déficit cero que no está dispuesto a resignar. A esta altura, los mandatarios provinciales tienen ya en claro que no tienen más margen para tensar la cuerda. Hombre de reacciones rápidas a Milei no le cuesta decisiones fuertes que podrían volver todo a fojas cero, con mayores costos, algo que ningún gobernador quiere.
EL «CUCO» DE LA CORTE
Los gobernadores, al menos la mayoría de ellos, han tomado nota que la recurrente advertencia de ir a la Corte no le mueve el amperímetro a un Gobierno que sabe que los tiempos de la Justicia no se compadecen con los de la economía ni la política, ni el de los propios medios. Ya lo dice el refrán: «Mejor un mal arreglo que un buen pleito». Este dicho adquiere mayor actualidad si se observa lo difícil que es obtener un fallo a favor del alto Tribunal y el carácter meramente declarativo de este con una Corte como ésta, que no se preocupa en hacer cumplir sus propios fallos. Así las cosas, han comenzado «a recalcular», teniendo en cuenta que las necesidades apremian.
UNA FOTO VALE MÁS QUE MIL PALABRAS. El Presidente se calzó el traje militar como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas que es. Frente al Embajador de los EE UU y a la Generala enviada por el gobierno de Joe Biden realizó fuertes definiciones de la política exterior que seguirá nuestro país en los próximos años. El primer mandatario sorprendió al viajar inesperadamente a Ushuaia, donde se reunió el viernes con Laura Richardson, la jefa del Comando Sur estadounidense. Milei envió así una fuerte señal al país del Norte, haciendo pesar la importancia geopolítica de su inserción en América Latina. Se prepara un encuentro a solas con Biden, inmerso en la campaña por las presidenciales del 5 de noviembre. Días atrás, el libertario había remarcado que, más allá de quién gobierne, sean republicanos o demócratas, la relación entre ambos países es un elemento central de una política exterior inteligente. «Pero esas alianzas estratégicas no pueden estar simplemente basada en intereses económicos», explicó el mandatario argentino en referencia a su alineamiento. «Tiene que estar ancladas en una visión común del mundo donde las naciones puedan defender su soberanía y no deban someterse a los arbitrios que atentan sobre los valores de occidente», agregó. Por su parte, Laura Richardson se deshizo en elogios. Remarcó que cumplía con un pedido directo del Presidente norteamericano y entregó en donación un moderno avión cuyo costo asciende a los 34 millones de dólares, algo más que un gesto.EL BANCO CENTRAL NO PARA DE COMPRAR DÓLARES. Aun así, la cotización de la divisa sigue cayendo. Perforó la barrera de los $1.000, cerrando a $955-$985. Una fuerte corriente vendedora existe en el mercado ante la escasez de pesos en el marco del plan de secar la plaza dispuesto por el Gobierno. Lo extraño es que, a pesar de la baja de la tasa de interés, a niveles fuertemente negativos frente a los registros inflacionarios, la gente no va hacia el dólar. Eso antes nunca pasó. Abril empezó con una nueva caída de los dólares libres. Por otro lado, las acciones argentinas que cotizan en el exterior se destacaron con alzas de hasta 14%. «Abril, mayo y junio son los meses de alta estacionalidad de la liquidación de granos y oleaginosas. Con la expectativa de que el ritmo de devaluación permanezca en estos niveles, el ritmo de compras del Central se aceleraría, asegurándose captar una gran porción de los dólares de la cosecha gruesa» señalan. El Banco Central logró comprar el jueves US$468 millones en el mercado de cambios, aunque lo siguió haciendo las rondas siguientes en busca de recomponer las reservas internacionales, llegando a totalizar 12.200 millones de compra desde el inicio de la gestión, una condición necesaria para que el Gobierno pueda desarmar el cepo cambiario. El mes pasado, la autoridad monetaria logró sumar US$2.878 millones, el mejor registro para marzo desde 2003. Mientras tanto la brecha cambiaria, esto es la relación del dólar oficial con el paralelo, se siguió achicando. Indicadores todos que marcan la confianza de los mercados en la marcha de economía, algo que se refleja además en la baja del riesgo país y en el aumento de los títulos y acciones. Tal como lo dijo el analista y periodista Carlos Pagni: «Estazmos mal, pero vamos bien», una extraña definición se refleja en el nivel de acompañamiento que sigue mostrando la gestión Milei en todos los sondeos. El anuncio del ministro, Luis Caputo, quien aseveró que en marzo la inflación estaría en el 10, y que la misma iría en descenso, más allá de que incidirán los aumentos de combustibles, gas, luz, y transporte -que son producto de un sinceramiento que parte de la eliminación de los subsidios, cuyo costo los paga la gente con más déficit e inflación consecuente. Importa recordar que el dólar, que a la salida de Martin Guzmán no llegaba a los $300, pasó la barrera de los $1.200 en los últimos días de Sergio Massa. Desde entonces la inflación se hizo sentir, pero la divisa estadounidense siguió un camino inverso. Todo un termómetro de la confianza que se ha generado en los mercados, en cuanto a la decisión política de no salirse de las metas fijadas.HAY JUECES QUE NO FUNCIONAN. Así como hay funcionarios que no funcionan, lo propio podría decirse de los jueces que, cuando hacen realidad aquello de que «una justicia tardía no es justicia», generan descrédito en la sociedad que, de por sí, tiene una baja ponderación por los jueces en todos los sondeos de opinión. Esta Corte Suprema no ha contribuido a que los argentinos valoren la importancia que tiene en el sistema institucional. Los fallos muchas veces se demoran en exceso, a veces por años. Patético, por cierto, es que su cumplimiento lleva un tiempo difícil de entender y menos de justificar. Hay muchos paradigmáticos, pero uno quizás emblemático. El reclamo de la Ciudad Autónoma por los fondos quitados por la anterior administración tuvo resolución favorable. Hasta hoy no se cumplió. No es una buena doctrina, por cierto, porque se interpreta que el más alto Tribunal, como intérprete final de la Constitución que es, debe tornar de inmediato el cumplimiento sus decisiones como presupuesto elemental de su jerarquía institucional en el equilibrio de los tres poderes que conforman el Estado. Es la forma en que la sociedad la respete y los justiciables se sientan protegidos. Hoy, eso no ocurre. No ocurrió tampoco en otros casos relevantes. Entre ellos, el del procurador Sosa, de Santa Cruz, que tuvo un fallo favorable, pero nunca logró que el poder político local lo acatara. Caso distinto al que se originó con «un leading case» que marcó jurisprudencia por distintas razones. Primero, porque a partir de ahí se estableció la doctrina del recurso extraordinario por sentencia arbitraria, creación de la propia Corte. Segundo, porque hizo uso de la facultad excepcional que le otorga el artículo 16 de la Ley 48. Resolvió sobre el fondo del asunto sin reenviar a los tribunales de origen para un nuevo fallo con sujeción a las pautas fijadas por el alto Tribunal. Tercero, porque ejecutó su propia sentencia y ordenó el cumplimiento en el término perentorio de 30 días para evitar mayores dilaciones en una causa de prolongadísima duración, que había dado lugar a tres recursos extraordinarios resueltos favorablemente y no acatados por los tribunales provinciales. Ese antecedente no se repitió en el futuro. Fue un fallo de fines de la década del 50, originada en los tribunales de Corrientes y resuelta por unanimidad por una Corte cuya composición, promovida por el ex presidente Arturo Frondizi, es una de las más respetadas en la historia. Juristas de prestigio públicamente reconocidos. La particularidad, que la parte demandada, obligada al cumplimiento del fallo, era nada menos que la Iglesia Católica y la Institución de los Padres Salesianos, todo un símbolo del poder real por esos años, hace más de seis décadas. Fue una causa que marcó jurisprudencia. Por ese entonces, el secretario del presidente de la Corte Suprema, Benjamín Villegas Basabilbaso, era Enrique Petracchi, que fue luego dos veces presidente del alto Tribunal durante los 32 años y que formó parte del Tribunal. Con todo y sólo como anécdota, el efectivo cumplimiento del resolutorio se concretó por mandamiento del entonces joven juez Abraham Riccer, luego que Delio J Martínez, abogado de su esposa Luisa Amelia Llano, lo conminara con un revolver en la cabeza a quien era el titular del Superior Tribunal, Castor Flores Leyes, hombre avanzado en años, que entendió que la cosa no daba para más. LAS PROVINCIAS TAMBIÉN DEBEN AJUSTAR. Entre los ejemplos de críticas a gobernadores de Balcarce 50 sobresale el nombre del santacruceño Claudio Vidal. Sin demasiadas sutilezas apuntan: «Se pasó las últimas dos semanas en el Ministerio del Interior pidiendo plata y después va a su provincia y revolea 500 millones de pesos en merluza (en referencia al reparto gratuito de 60 mil kilos de ese pescado) y dice que si no le damos plata no vota la ley». A lo que agregan a muchos otros que aseguran que dicen: «No vamos a votar, pero igual Ganancias va a salir». En referencia a eso sostienen: «Eso no funciona así. No se trata de no dar el voto porque sabés que te vas a beneficiar igual». Los que dicen esto, lo que no saben, es que Milei es un obsesivo de las notas que él mismo atribuye a gobernadores, legisladores, políticos, medios de prensa, periodistas, gremialistas y demás actores del quehacer institucional. Alguien que está cerca del Presidente reconoce que, aunque parece que la deja pasar, no olvida ni para bien, ni para mal. La botonera del poder es tan amplia que da para administrar los tiempos. La contrariedad también alcanza al gobernador cordobés, Martín Llaryora. Aseguran que registra gastos por $27 mil millones en pauta publicitaria. «Que bajen el gasto si no pueden pagar», insisten en Nación. Desde donde agregan: «Vivimos en un país federal, eso implica que se tienen hacer cargo también. Hay voluntad de arreglar las cosas, pero todos tenemos que hacer esfuerzos. No podemos resolver todos los problemas que dejó la política en 40 años en tres meses». Cerca del mandatario cordobés -que está a dispuesto a apoyar la Ley Ómnibus (cuya anterior versión lo enfrentó con la Rosada) todavía esperan un llamado. «Pasa que no encajamos en los del Norte, tampoco en los patagónicos y los otros dos del Centro fueron como Juntos por el Cambio», ironizaron en el entorno de Llaryora. Lo propio ocurre con Axel Kicillof, cuyos números no cierran por el lado que se mire; y con el gobernador de La Pampa, que tiene mayor autonomía, incluso que Córdoba. Otro talón de Aquiles de los gobernadores es la deuda en dólares para cuya refinanciación necesitan de la buena disposición del poder central o los pasivos en pesos que deben ser negociados de a uno con el Gobierno. A la hora de ponerse duros, al principio, los gobernadores parecieron ignorar que los resortes de un Ejecutivo son incontables si de ejercer el poder se trata. El ministro Caputo hace los deberes. «El déficit cero no se negocia. Las provincias que no entiendan la música se las verán en apuros», admiten en la Casa Rosada, donde también el nivel de tolerancia es cero.SEIS ARGENTINOS INTEGRAN LA LISTA DE LOS EMPRESARIOS MÁS RICOS DEL MUNDO. El ranking es encabezado por Bernaud Arnault, Jeff Bezos y Elon Musk. El primer argentino recién aparece en el puesto 462. El fundador de Mercado Libre, Marcos Galperín, es el mejor posicionado en el reconocido listado que realiza la revista Forbes sobre los más ricos del mundo, con una fortuna de más de US$6.300 millones de dólares. El segundo es Paolo Rocca, el CEO de Techint. Ocupa el puesto 526, con US$5.700 millones. Más atrás se ubica Alejandro Bulgheroni, el presidente de Pan American Energy, empresa privada integrada de petróleo más grande del país, en el puesto 649 y con US$4.900 millones de dólares. Le sigue Gregorio Pérez Companc y familia, ya en el escalafón 782 y con US$4.100 millones. Los otros argentinos en el ranking son el empresario Eduardo Eurnekian, en el puesto 1.005 y con una fortuna de US$3.300 millones, y Eduardo Costantini, mucho más atrás, en el escalón 2.060, con US$1.500 millones. LA «MOTOSIERRA» APUNTA A «CORTARLE LAS ALAS» A HUGO SIGMAN. El ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, hoy a cargo de llevar adelante gran parte de los proyectos de desregulación de la economía, tiene previsto, por instrucciones directas de Javier Milei, liberar «por completo» el negocio de las vacunas contra la aftosa, que hoy está en manos casi exclusivas -desde hace años- de la empresa Biogénesis Bagó. Es que hay una resolución, aún vigente del Senasa, producto de los lobbies, que exigen que la vacuna ofrezca protección contra cuatro cepas, de las cuales dos ya no están en circulación desde hace décadas. Como las dosis disponibles en países vecinos no contemplan esas dos variables ya casi extintas, la oferta queda en manos de una sola empresa nacional que hoy ofrece una de las más caras de la región, a razón de US$2 por dosis, cuando en el Paraguay se consigue entre US$0,24 y 0,35; en Uruguay, a US$0,70 dólares, y en Bolivia y el Brasil, a US$0,50. Sturzenegger tendría previsto, por expresa indicación presidencial, avanzar con la eliminación de esa resolución de Senasa para poder así habilitar la importación, lo cual sería toda una revolución para el negocio ganadero. Lo del organismo explica, no justifica, las largas «manos negras» de empresarios prebendarios que operan sobre funcionarios venales enquistados en los organismos públicos. Lo que no se entiende es por qué Fucosa (oficina provincial) actuó con tanta negligencia, convalidando precios que perjudican al productor. Hete aquí la importancia de la prensa para instalar los temas, abrir el debate y hacer que, enterados los gobernantes, dispongan las medidas correctivas en tiempo récord, como en este caso. De hecho, las publicaciones de este medio, vía el Vocero presidencial, llegan en tiempo real al corazón del poder, donde, con todos los elementos de juicio y escuchando todas las campanas, se podrá resolver lo que la política de Estado determine como más conveniente. En el caso puntual de este escándalo, la respuesta de los poderes públicos parece estar en línea con la urgencia del caso. En Corrientes, ganadera por excelencia, el ahorro para los productores sería de US$7,5 millones. En el caso del Chaco, menos, pero siempre importante. Más cuando esa diferencia va a los bolsillos de empresarios oportunistas. Ahora, se estaría ofreciendo una nota de crédito del 42 por ciento para compensar, al menos parcialmente, este abuso aún no consumado, porque los pagos están pendientes.MISIONES «SACA PECHO». El Gobernador se jactó de implementar desde hace tres meses la vacunación con recursos propios, sin esperar ayuda nacional. En la misma línea siguen Salta y Corrientes, mientras otras jurisdicciones pretenden que sea el Gobierno central el que se haga cargo. Nación delega en las provincias el manejo del brote de dengue. «Son ellas las que tienen que hacer frente al tema», dicen en la Casa Rosada; además, afirman que no hay problemas en la importación de insumos para fabricar repelentes. La gestión de Javier Milei asegura que está cumpliendo con todo aquello le compete a la Nación en el manejo de la epidemia, que está registrando un brote histórico, seis veces mayor que el año pasado. Esa es la línea oficial del ministro de Salud, Mario Russo. La Rosada le pidió que levantara el perfil para hablar sobre la enfermedad vectorial. El funcionario dijo que la función del Ministerio es tener una «rectoría» ante todos los distritos del país, con medicina «basada en la evidencia» y no «en factores externos que puedan condicionar las decisiones». «Esta es una enfermedad que ataca en las casas, en los barrios. El trabajo de los gobiernos locales es el más importante de todos», dijo. UN SILENCIO QUE ATURDE. La senadora Inés Pilatti Vergara llegó a la banca como exponente de la mujer, en virtud de la Ley de Paridad de Género. Con las vacantes que dejaron en la Corte las juezas Carmen Argibay y Estela Highton de Nolasco, todo indicaba que el alto Tribunal se completaría con dos mujeres, para quedar en un 3 a 2 con los varones. Más allá de que la propuesta corresponda al Ejecutivo, son los senadores de la Nación quienes tienen la facultad de dar o no el acuerdo para perfeccionar una designación que requiere de ambos poderes. En este marco, extraña el silencio de las senadoras mujeres, con honrosas excepciones muy contadas, por cierto. Fue la propia vicepresidente, Victoria Villarruel quien, aun siendo oficialista, marcó su contrariedad con la propuesta de Milei. Otras voces se silenciaron, una de ellas, la de la senadora chaqueña, Inés Pilatti Vergara. Importa recordar que en el Senado son 33 las mujeres que llegaron por la paridad de género. Del otro lado, 39 varones. Para los acuerdos hacen falta, si están todos, 48 votos. En síntesis, las mujeres tienen «el sartén por el mango» para asegurarse las dos vacantes. El tema es que, a la hora de la verdad, les cuesta ser consecuentes entre ellas. Por ahora, la mayoría, de distintos espacios políticos, «brilla por su ausencia». Acaso como haciendo válido el dicho: «Mujeres eran las de antes». MILEI SE PONE «DE PUNTA» CON EL GRUPO CLARÍN Y PUBLICARÁ LA DEUDA CON LOS MEDIOS. El Presidente tildó al Grupo Clarín de ser «el gran operador argentino» y ordenó a su vocero a publicar la deuda que dejó el anterior gobierno con los medios para exponerlo. Milei, a la hora de avanzar, no mide consecuencias ni el fuste de aquellos a quienes decide ponerlos en la vereda de enfrente. A pesar de la cobertura, mayoritariamente favorable que le dispensa el grupo de medios más grande de la Argentina, salvo una que otra estocada, a modo de prueba, el Presidente no está contento con Héctor Magnetto, algo que recurrentemente les ocurrió a sus predecesores. Las razones del enojo con Clarín son un misterio que cautiva a la política y los medios. Hasta ahora, cada vez que ataca al grupo que conduce Héctor Magnetto por las redes, sólo ha posteado notas que de ninguna manera se correlacionan con el nivel de indignación que exhibe. Se sabe que tiene una tolerancia bajísima a las críticas y sus ataques furibundos a medios y periodistas son cosa de todos los días. El último domingo, lanzó una ofensiva contra Clarín por un simple tuit que mencionaba su enojo con el periodismo. Furioso, posteó: «Muy interesante cómo titula el gran operador argentino respecto a lo que señalé del periodismo, dado que las mayores agresiones a mi persona acusándome de antidemocrático han salido de periodistas del diario Clarín y de su señal de cable TN». Milei señala que Clarín -supuestamente- lo ataca porque él permitió que desembarcara en el país el servicio de Internet satelital de Elon Musk, una de las decisiones más trascendentes y de mayor impacto para el común de la gente, que verá los beneficios de la conectividad en amplias y alejadas zonas del país. Por estos tiempos, el celular e Internet se han convertido en el bien más preciado no sólo de las nuevas generaciones. El Presidente mandó a su vocero a «denunciar» la lista de deudas en pauta publicitaria que el Estado tiene. «En algunos días más estaremos publicando el listado detallado con todos los medios y agencias a los que se le adeuda pauta oficial: unos 12.000 millones de pesos impagos entre el año 2020 y 2023», anunció Manuel Adorni. Está claro que la pauta, ni siquiera el diario como tal, es lo más importante para el Grupo Clarín, cuyos negocios se han expandido en otras áreas, aunque, claro es, a partir del soporte que le da la vigencia mediática en su relación con los gobiernos.FUROR POR EL ATÚN. En Chile, sale tres veces más barato y los argentinos arrasan con las latas. En los supermercados chilenos algunos productos vuelven a estar a menor precio. Hubo demoras de hasta diez horas para cruzar la cordillera por el éxodo turístico del fin de semana extra largo. El vecino país conviene en indumentaria, electrodomésticos, tecnología y, en especial, en algunos alimentos que en Argentina triplican al precio trasandino, como, por ejemplo, el atún. El termómetro de lo que subieron los productos se percibe en las fronteras, colapsadas durante los días de Semana Santa. Desde cualquier balcón de un piso alto en la Costanera de Posadas se advierte claramente el nivel de equilibrio del dólar con sólo mirar las filas en el puente. Cuando los argentinos van, implica una señal. Cuando los que vienen son del otro lado, la lectura es distinta. Es algo cíclico. Nada que sorprende, pero que indica la necesidad de tomar decisiones. El Gobierno nacional acaba de advertir a las empresas del rubro alimenticio que ajusten sus precios. De lo contrario abrirá la importación para que sea el mercado el que los regule.TORRES «PISO TIERRA». El gobernador de Chubut, Ignacio Torres adelantó que apoyará el nuevo tratamiento de la Ley Ómnibus que impulsa Javier Milei y que sería enviada a la Cámara baja en las próximas semanas. «Por lo menos creo que contempla los puntos que más consenso generaban», dijo y agregó: «Soy optimista». El mandatario del PRO, que mantuvo fuertes cruces con el Presidente por la quita de fondos coparticipables, consideró que hubo un «cambio de actitud» en el Ejecutivo y que por eso ahora el diálogo es más fluido. «Puede haber algún dilema con el capítulo fiscal, específicamente con retrotraer Ganancias, o algún nuevo tributo progresivo que no impacte de manera tan cruda en los trabajadores. Pero en el resto hay un amplio consenso», indicó. «Necesitamos que avance la ley porque hay muchas inversiones paralizadas y lo peor que puede pasar es la incertidumbre. Vamos a colaborar con el tratamiento de la ley, pero eso no quita que no peleemos por lo que creemos», advirtió. Respeto al llamado al Pacto de Mayo, Torres explicó: «Me parece importante desde lo simbólico. Una especie de Pacto de la Moncloa. Barajar y dar de nuevo con premisas que nadie puede estar en contra».UN BENEFICIO QUE GENERA IRRITACIÓN. La decisión de Anses, de concederle una asignación especial de más de $7 millones mensuales al ex Presidente, con el pago de un retroactivo de varios millones, no fue bien recibida por la opinión pública. Aunque fue instituido por una ley de la Nación, la 24.018, y con ella se benefician varios ex presidentes y vicepresidentes, hay una disposición que obliga a los que se acogen a esa norma, a vivir en el país. Este pareciera no ser el caso de Alberto Fernández, que parece dispuesto a establecer su residencia en España. En las últimas semanas, el nombre del ex primer mandatario ha estado en la picota. Hay dos causas penales en trámite por la contratación de seguros. Será llamado a declaración indagatoria y, quizás, en esa oportunidad, la Justicia le impida la salida del país como es norma en estos casos. Lo cierto es que, según fuentes coincidentes, el ex Jefe de Estado lleva una vida no del todo acorde con la que resulta de su patrimonio. En el PJ nacional le dieron licencia. No hubo tarjeta roja porque no había reemplazo. Sin pena ni gloria pasó a cuarteles de invierno, pero, aun así, sigue haciendo declaraciones que, como en el pasado, desconciertan.EL MOYANO COMBATIVO ESTÁ QUE TRINA. Pablo representa el ala dura del clan. Facundo se diferencia claramente. Y el «patriarca» del grupo, don Hugo surfea manejando los tiempos. Él más que nadie sabe que ir de punta contra Milei, al menos mientras tenga el apoyo que muestran las encuestas, no es redituable. Lo cierto es que el gremialismo está con una muy baja ponderación social y movilizarse, aunque sea de manera organizada, no es fácil. La primera prueba no fue buena para el sindicalismo, que además reconoce que el Presidente sabe dónde les aprieta el zapato a los caciques gremialistas que, con buen criterio, no quien arriesgar más de lo aconsejable. Por lo pronto, el Gobierno que avanza con la reforma laboral y que ya tiene número para ella salió «a torear» al ala combativa, dejando en claro que no le temen a la protesta. Quizás las encuestas revelen que son ganancia para un Gobierno que pareciera saber elegir a los enemigos que sirven para reposicionarlo.«EL CORRENTINO NO SE AMANSA A GUACHAZOS». Una de cal y otra de arena. A pocos días de una encendida defensa de las líneas directrices de la gestión libertaria, Gustavo Valdés salió a marcar la cancha, abriendo el paraguas. Lo hizo con un mensaje a sus comprovincianos, entendiendo que las elecciones se ganan o se pierden en Corrientes y sin importarle que había expresado que con Milei le fueron suficientes dos minutos para entenderse. Es que, pese a que el Gobierno negó haberle recortado fondos a 13 provincias a las que debía enviarle partidas por una deuda de Anses con las cajas previsionales provinciales, el «rum-rum» no se aplaca y pone con la guardia alta a los mandatarios provinciales que no ganan sino para sustos con las idas y vueltas del Presidente. A la salida de un acto en homenaje a los veteranos de la Guerra de Malvinas en Goya, Valdés recordó que Nación no les envió ni un peso por los fondos que le debe a la Provincia por el Instituto de Previsión Social de Corrientes. «No nos mandaron nada desde principio de año. Tenemos una demanda metida hace varios meses. Son 25 mil millones que le deben a la Provincia, más otro tanto de regalías, más otro tanto de un acuerdo fiscal no pagado y calculamos que son unos 100 mil millones «, remarcó. «Este año el Gobierno mandó cero pesos para compensar a la caja. Hemos hecho la demanda ante la Corte Suprema de Justicia para que paguen a los jubilados correntinos que ahora hacemos frente con nuestros recursos y eso es lo que nos deben. Así como nos quieren cobrar tienen que pagarnos porque es ley, y el que la incumple comete un delito», aseguró en tono de advertencia. Después de esa afirmación remarcó: «Tenemos nuestros recursos bien estables, no tenemos deuda, administramos bien. No nos van a apretar. El correntino nunca se amansa a guachazos. Lo intentaron hacer los kirchneristas y no pudieron. Que no intenten el mismo camino», expresó el Gobernador con un discurso hacia los correntinos entre los que su alta imagen, que es un dato de la realidad, le hace pensar que está en condiciones de proponer al sucesor de su espacio. «Simplemente reclamamos lo que es nuestro. Al correntino nunca le regalan nada y no queremos que nos regalen, pero tampoco queremos que nos saquen injustamente», concluyó Valdés, quien dejó un espacio para que su mensaje llegara al radicalismo nacional. Está claro que no está dispuesto a resignar el terreno ganado en la disputa por la sucesión partidaria, en la que el actual titular quedó con el ala rota. Pero también tiene en cuenta que, para ello, debe asegurar seguir con el control del territorio. EL GOBIERNO ABRE OTRO FRENTE EN LA PELEA CON LOS GOBERNADORES. En medio de la negociación que el Gobierno lleva a cabo con los mandatarios provinciales, se sumó en estos días un nuevo frente de tormenta, luego de que Cammesa, la empresa mayorista de energía, comenzara a enviar cartas a las gobernaciones y a las cooperativas provinciales reclamando el pago de importes adeudados, pero también facturas de servicios de febrero que reportan aumentos de hasta 150%. Nada fue de lo que corresponde, por cierto, más allá de que por año venía con un relajamiento en la relación Nación-provincias que terminaba por pagar la gente por mayor inflación como consecuencia de la emisión descontrolada o el endeudamiento para cubrir el recurrente déficit que año a año mostraban las cuentas públicas. La decisión de pasar al déficit cero, eliminar la emisión y cortar el endeudamiento deviene en la necesidad de sincerar la economía desde la eliminación de millonarios subsidios como a muchas otras decisiones que forman parte del ajuste que se lleva a cabo por esos meses. En el interior, el malestar crece aún más cuando trasciende que las distribuidoras que operan en el Amba mantienen deudas superiores. Edenor le adeuda a la mayorista $127 mil millones, mientras que el pasivo de Edesur asciende a $72.500 millones. Cuando Sergio Massa estuvo como ministro de Economía quiso incluir en el proyecto de Presupuesto 2023 un artículo que obligaba a las provincias a regularizar las deudas con Cammesa bajo la amenaza de descontar de otras partidas los importes adeudados. La iniciativa no prosperó porque los diputados, en ese momento, entendieron que las gobernaciones no podían hacerse cargo de los desmanejos de las cooperativas y la discusión se diluyó en la política. Este nuevo conflicto se suma a otros abiertos con las gobernaciones por fondos millonarios, como la eliminación de los fideicomisos, que eran cajas de la política por varios miles de millones de dólares, los que aportaba Nación para los salarios docentes, los vinculados al transporte y la plata que la Casa Rosada enviaba a las cajas jubilatorias de 13 provincias que, en este caso, tendrían cobertura legal, pero que suponen la necesidad de acuerdos políticos en un momento en que el poder central hace valer el control de la botonera del poder. La simple amenaza de algunos gobernadores de recurrir a la Corte Suprema no le tinga a un Milei que sabe que los tiempos de la Justicia no son los de las necesidades de las provincias. Sabe también que tarde o temprano deberán ir al pie, con el «caballo cansado». Un recurso a la Corte lleva años de tramitación y, de haber sentencia favorable, la posibilidad de su cumplimiento pasa a ser motivo de otra negociación. Lo más probable es que para entonces ni Milei, ni los gobernadores reclamantes sigan en funciones. Las necesidades son de hoy y no esperan. Un punto a favor del Presidente que, desde el principio, cuando le negaron la Ley Ómnibus y el DNU, dejó en claro que ello obligaría a redoblar la política de ajuste que incluyó la baja de las transferencias discrecionales a las provincias.