En la última semana, Joana Sanz había jugado al despiste publicando en sus redes sociales imágenes que la ubicaban lejos de Barcelona después de que su marido, Dani Alves, dejara la prisión de Brians 2 tras abonar un millón de euros de fianza. El brasileño se refugió en la vivienda que tiene en Esplugues de Llobregat, el hogar en el que había estado viviendo su esposa mientras él estaba en la cárcel, y ella parecía querer demostrar que les separaban kilómetros de distancia. Sin embargo, durante el fin de semana, el programa ‘Fiesta’ anunciaba que la canaria había acudido al hogar conyugal para encontrarse con su marido y abordar esta nueva etapa de su relación. Ahora ha sido ella misma la que ha decidido dejarlo claro publicando una fotografía que demuestra que sigue al lado del futbolista.
En la instantánea en cuestión, publicada en su historia sin comentario alguno, se ve la mano de Joana enlazada con la de Alves, con el tatuaje que tienen en común bien visible: 1+1=1 en color rojo, en lo que parece un golpe en la mesa para decir que los dos siguen siendo uno, descartando cualquier tipo de especulación sobre que la modelo pudiera estar conociendo a otra persona, tal como se había considerado durante el pasado fin de semana.
De hecho, parece que habría sido el propio Alves quien habría solicitado a su mujer que hiciera esta publicación para poner freno a las diferentes teorías que estaban surgiendo en torno a su situación personal. En este sentido, Joana mostró un cerrado apoyo a su marido declarando a petición de la defensa durante el juicio por agresión sexual al futbolista celebrado a principios de febrero y en el que fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión, cinco años de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación de la víctima durante nueve años y seis meses y una indemnización de 150.000 euros, además del pago de las costas. Un fallo que ha sido recurrido y por el que permanece en libertad provisional mientras espera sentencia firme.
En su declaración en sala, Joana explicó que Alves había vuelto a casa «muy borracho, oliendo a alcohol. Se chocó contra el armario y se desplomó en la cama», respaldado la versión de la defensa para intentar demostrar que el estado de embriaguez del futbolista le habría impedido saber con claridad lo que hacía. Además, precisó que no había pedido legalmente el divorcio.
A la fotografía de las manos ha seguido una nueva publicación, en este caso dando la bienvenida al mes de abril con la reflexión del perfil de citas ‘Efímero escrito’: «Que este nuevo mes sea bueno para ti y los tuyos», comienza. «Que seas más fuerte de lo que has sido hasta hoy; que te sientas en total gratitud porque, a pesar de todo, estás acá. Que sea un mes para brindar, para recibir amor, un mes para sentirte en paz y feliz por todo lo que has luchado y por lo mucho que estás por lograr. Que abril sea un mes positivo para todos», recoge.
Mientras tanto, Alves también ha hecho los primeros movimientos en sus redes sociales. Lo primero que hizo fue cambiar su fotografía de perfil, que ha mantenido en negro durante su estancia en prisión. Ahora aparece su retrato, muy serio, con una chaqueta blanca. Además, ha decidido dejar a cero los seguidos, quizá como reproche al sentimiento de soledad o a la falta de apoyos que ha podido vivir el tiempo que ha estado encarcelado.
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