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La venta del Diablito Echeverri: presos del mercado

Debe resultar tan entendible el enojo pasional del hincha por el desenlace de un cuento que no fue tal, el del Diablito Echeverri en River, como el contexto que llevó a que esta venta se diera en un marco tan incómodo.

Y es que la relación de fuerzas se desbalanceó ante una decisión tan firme como la que el jugador tenía tomada -sostienen en Núñez- desde siempre. Sobre todo si esa determinación está respaldada con un colchón king size de dólares sobre el cual recostar al futuro.

River, como Independiente en el caso Santi López o como tantos otros clubes, quedó preso de una realidad argenta contemporánea: si un tiburón UEFA como el City Group huele sangre, resulta improbable que no acabe asegurándose de un solo tarascón a un talento argentino. E imponiendo, además, las condiciones en la negociación.

Un ejemplo: en Núñez ahora no sólo deberán esperar a que el Diablito tenga la proyección imaginada para asegurarse un ingreso más suculento -aunque lejano al imaginado cuando se pretendía duplicar la cláusula- sino que además deberán darle minutos en continuado a Echeverri para no perderlo después del 30 de junio.

En síntesis: nada queda por fuera de ese corset de poder.

¿Si River podría haber ejercido presión resistiéndose a mandar al chaqueño al Mundial? ¿Si debió colgarlo? Por lo pronto, pecando de inocencia o acaso exhibiendo falta de asesoramiento, Echeverri abarató en algún punto el costo político de la dirigencia. Y minimizó el gigante debate alrededor de su falta de continuidad en el 2023, reclamo popular que le provocó zumbidos medibles en la escala de Richter a los oídos de Demichelis.

Todo quedó atrás. Aquel “no voy a renovar” que acabó siendo un sincericidio ahora vuelve los focos al juvenil.

Un chico que a los 18 años tendrá que madurar de golpe para soportar una presión que se cargó (nadie lo ayudó a que fuera diferente) y salir a jugar. Como si nada hubiera pasado.

La frase que marcó a Echeverri

River Plate 3-1-2024

Echeverri: «No voy a renovar»


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