Miércoles, 20 de noviembre 2024, 23:36
Nuevo sobresalto para la monarquía noruega. La justicia de este país ha decretado este miércoles prisión preventiva para el hijo mayor de la princesa Mette-Marit, Marius Borg Hoiby. El magistrado encargado de su caso ha tomado esta decisión después de que la Policía anunciara que se le investiga por cometer presuntamente una segunda violación.
El tribunal de distrito de Oslo ha determinado que Hoiby permanecerá en prisión preventiva durante una semana. Sin embargo, los agentes habían solicitado que estuviera bajo custodia al menos dos semanas para poder practicas diferentes diligencias y que el acusado no pudiera interferir sobre las mismas.
El representante legal de la Policía, Andreas Kruszewski, había informado poco antes de que Hoiby, quien negado los hechos ante el juez, está siendo investigado por una segunda violación al haber presuntamente mantenido relaciones sexuales con una mujer sin su consentimiento. Así lo ha informado la radiotelevisión pública noruega NRK.
Sobre el hijo de la princesa pesan ya varios cargos penales. En concreto, un supuesto aprovechamiento con fines sexuales de una persona que está inconsciente o no puede resistirse, así como presuntamente infringir una orden de alejamiento y conducir un vehículo sin tener el permiso correspondiente.
También con su exnovia
Los investigadores registraron la casa de Hoiby y le detuvieron el martes en Frogner, un distrito de Oslo, la capital noruega. Iba a bordo de un vehículo en el que viajaba también su exnovia, protagonista de un altercado que motivó su arresto el pasado agosto, informa Europa Press.
El hijo de Mette-Marit, futura reina de Noruega tras haberse casado en 2001 con el príncipe Haakon Magnus, fue detenido durante unas horas a principios de agosto tras un incidente en el apartamento de su exnovia en Oslo. Entonces fue acusado de sendos presuntos delitos de lesiones, daños y amenazas, en un caso que fue ampliado luego y que incluye también a dos de sus anteriores parejas y a otra persona.
El príncipe Hakkon, heredero al trono noruego, ha reconocido públicamente que sobre el joven, de 27 años, pesan «acusaciones graves», al tiempo que ha dado su apoyo a las posibles víctimas. No obstante, ha abogado por dejar trabajar a la Policía y a la justicia sobre este caso y evitar hacer más manifestaciones hasta que avancen en sus pesquisas.
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