Marta Luisa y el chamán Durek, cuenta atrás para la boda del año en Noruega

Marta Luisa de Noruega y Durek Verret pondrán el broche de oro a su historia de amor casándose el próximo sábado 31 de agosto en Geiranger, una pequeña localidad al oeste de Noruega declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ubicada frente al fiordo Geirangerfjord. La princesa que renunció a ser alteza real por amor está ultimando todos los preparativos para este gran día acudiendo a la prueba del vestido para dar los retoques finales y pasando por el salón de belleza para lucir una piel radiante y una manicura perfecta. Ha sido ella misma quien ha relatado en sus redes sociales cómo está viviendo esto días previos al enlace en sus redes sociales mostrándose entusiasmada: «¡Qué emoción! Me siento lista para el gran día».

Pero no será solo un día, sino tres los que durarán las celebraciones que comienzan este mismo jueves, con la llegada de los primeros invitados procedentes tanto de Noruega como de Estados Unidos. La presencia de la familia real Noruega está confirmada, por lo que veremos a los padres de la novia, los reyes Harald y Sonia, y al príncipe heredero Haakon con su esposa Mette-Marit, acompañados de sus dos hijos, Ingrid y Sverre Magnus. De la vecina Suecia llegarán la princesa Victoria con su marido Daniel, además de Carlos Felipe y Sofía.

Pero los aristócratas no serán los únicos rostros conocidos de la ceremonia. Verret cuenta con fieles seguidores en Hollywood y se espera que acudan algunos de sus grandes amigos como Gwyneth Paltrow, Amanda Hearst o Selma Blair.

Todos ellos disfrutarán de un crucero de tres horas por el fiordo Geirangerfjord programado para el viernes que tendrá lugar antes de la cena de preboda en el hotel Union en el que el código de vestimenta indica que ellas llevarán vestido de baile y ellos, traje.

El sábado será el día clave, cuando la princesa y el chamán se convertirán en marido y mujer. Una ocasión en que se pide a los invitados que se inspiren en la alfombra roja de los grandes eventos de la Meca del cine para elegir su indumentaria que en ningún caso podrá ser de color blanco, rosa, dorado o completamente negro. Además, se ha prohibido a los asistentes hacer fotografías en lo que se creía que era un gesto de protección para los novios y para sus ilustres invitados, pero que finalmente ha resultado ser una medida para cuidar la exclusiva que los protagonistas han firmado con la revista ‘Hello!’ y con su versión española ‘¡Hola!’, así como el documental acordado con Netflix, según ha informado la corporación de radiodifusión pública de Noruega (NRK) .

Una decisión que no ha gustado nada a los medios noruegos, tildándola de «profundamente lamentable». La secretaria de la Asociación de Editores de Noruega, Reidun Kjelling Nybø ha expresado que «Marta Luisa y Durek Verrett explican que se trata de un evento privado. Al mismo tiempo, han vendido los derechos tanto de la boda como de las fiestas a una revista extranjera. Después de todo, no parece particularmente privado». En este mismo sentido se ha pronunciado Christina Dorthellinger, editora de noticias de la NTB: «Creemos que es muy desafortunado. Estamos muy decepcionados por ello y, de hecho, terriblemente sorprendidos».

Ni siquiera el hecho de que los reyes y sus herederos se hayan negado a posar para la exclusiva ha logrado apaciguar el descontento por una decisión que rompe con la tradición de que los acontecimientos de la casa real noruega más relevantes se documenten por los grandes medios del país, encargándose de distribuir las imágenes al resto de la prensa nacional e internacional.

En todo caso, la relación de Marta Luisa y Durek Verret siempre ha estado rodeada de polémica debido a algunas de las declaraciones del controvertido chamán sobre delicadas cuestiones de salud, con lo que no parece que esta última vaya a hacer mella alguna en la pareja.

El del sábado será el segundo matrimonio para ambos. La princesa estuvo casada con el escritor Ari Benh, padre de sus tres hijas, de quien se divorció en 2016. Por su parte, Durek estuvo casado con Zaneta Marzalkova, una relación que terminó con el chamán denunciando a su exmujer por estar en situación irregular, lo que la llevó a la cárcel y a la deportación.