Hugh Grosvenor, el soltero de oro británico, dará el ‘sí’ a Olivia Henson
Domingo, 2 de junio 2024, 20:11
El soltero británico más codiciado, Hugh Grosvenor, de 33 años, séptimo duque de Westminster, dará el próximo viernes el ‘sí’ a Olivia Henson, de 31. La boda del año se celebrará en la catedral de Chester, en el condado de Cheshire, noroeste de Inglaterra. La celebración tendrá lugar en Eaton Hall, la mansión familiar de más de 4.000 hectáreas de jardines y bosques. Este magnífico enclave donde Hugh creció junto a sus hermanas, lady Tamara, lady Edwina y lady Viola, fue escenario de la fiesta de compromiso de la pareja y podría ser su hogar permanente.
Se ignora qué miembros de la familia Windsor asistirán pero la boda del duque de Westminster permitirá contemplar con lupa cómo se comportan en público los Windsor que acudan en un momento tan delicado para los ‘royals’. La presencia de Carlos III aún está en duda. Se sabe que el príncipe Guillermo asistirá y tendrá un papel especial, recibiendo a los cuatrocientos invitados y guiándolos a sus asientos. No asistirá la princesa de Gales, debido a su tratamiento contra el cáncer. Tampoco lo harán los duques de Sussex, una decisión difícil para Hugh, muy amigo de Harry y padrino de su primogénito, Archie.
Hugh Grosvenor heredó su título y su fortuna a los 25 años tras la muerte de su padre Gerald en 2016. Es una de las personas más ricas del Reino Unido, con una fortuna cercana a los 12.000 millones de libras (unos 14.000 millones de euros). Estudió Gestión y Administración Rural en la Universidad de Newcastle y preside el grupo Grosvenor, una empresa de inversión y bienes inmobiliarios con presencia en más de 60 ciudades del mundo.
Olivia Henson proviene de una aristocrática familia de banqueros. Es gerente de cuentas sénior en Belazu, empresa de productos alimenticios. Estudió en la prestigiosa Dragon School en Oxford y en el Marlborough College antes de especializarse en Filología Hispánica e italiano en el Trinity College de Dublín. La pareja se conoció hace tres años a través de amigos comunes y se comprometieron tras dos años de noviazgo.
La boda se celebra en uno de los peores momentos de la monarquía británica. La sucesión de Isabel II estuvo precedida por la salida del príncipe Harry de la institución. Tras la coronación de Carlos III, los problemas con los duques de Sussex continuaron. La grieta entre el hijo menor de Lady Di y su hermano mayor, el príncipe Guillermo, se acrecienta, por lo que el novio debió eliminar de su lista de invitados a Harry. El heredero de la corona se enfrenta, además, a uno de sus mayores retos, la enfermedad de su esposa, que parece responder bien al tratamiento de quimioterapia, según señaló un amigo a Vanity Fair US.
Ultimátum
Carlos III, también en tratamiento oncológico, tiene otro frente abierto con su hermano Andrés, a quien ha dado un ultimátum para que abandone su actual residencia. La vinculación del exmarido de Sarah Ferguson con el ‘caso Epstein’ provocó su apartamiento de la familia real.
Dejó de recibir dinero público, aunque mantuvo una asignación de unos 283.000 euros de los fondos privados del ducado de Lancaster. Con el ascenso de su hermano Carlos al trono, la paga se recortó y el duque de York no puede afrontar los gastos de Royal Lodge, un edificio del siglo XVIII de 30 habitaciones, capilla y piscina.
Su conservación es requisito indispensable para vivir en el inmueble, por lo que su incapacidad para sufragar los elevadísimos gastos hizo que Carlos III le conminara a trasladarse a Frogmore Cottage, hogar de los duques de Sussex hasta su marcha a Estados Unidos. «Si Andrés no se va en un plazo razonable, el rey podría verse obligado a reevaluar el apoyo que le proporciona. El duque tendría que pagar con su dinero alojamiento, seguridad y su elevado estilo de vida, algo insostenible a largo plazo. La tolerancia y la paciencia tienen límites», relató a The Times una fuente cercana al monarca.
El enlace será, además, el inicio de un año de celebraciones familiares. En septiembre, el hermano de Olivia, Jasper Henson, se casará con Isabel Rodríguez-Legorburu, hija de los condes de Asmir, en Madrid. La conexión de los Grosvenor con España también es significativa, pues poseen propiedades en Madrid y en La Garganta (Ciudad Real).
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