La barbarie, la estupidez humana dijo presente una vez más en las canchas del fútbol argentino. Lo que era un partido por Copa Argentina terminó en escándalo y suspensión por la agresión a Fernando Brandán, jugador de Chacarita, cuando iban apenas siete minutos del ST del partido jugado ante Tigre en cancha de Arsenal.
¿Qué pasó? Habían expulsado a Agustín Cardozo de Tigre y, en medio de las discusiones entre los jugadores del Matador y el árbitro Ariel Penel, un hincha del conjunto de Victoria (no hubo simpatizantes de Chacarita por decisión de Aprevide y la Copa Argentina) arrojó una botella llena de agua que impactó de lleno en el ojo de Brandán. Segundos antes le habían tirado una menor, pero la segunda fue con mayor contundencia y el agredido no pudo continuar.
Después de minutos de espera y charlas entre los protagonistas, Brandán, muy dolorido, dejó el campo de juego y el árbitro Penel decidió suspender el encuentro. ¿Cómo seguirá esta historia? ¿Se volverá a jugar?
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