a punto de cumplir dos años, el conflicto en Ucrania se parece a la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, el primer conflicto bélico en Europa en el que se usaron cientos de miles de hombres que se resguardaban en trincheras en frentes prácticamente inmóviles, fue también el que vio la primera utilización masiva de diferentes tipos de gases como arma. Gas lacrimógeno, gas mostaza, gases que inmovilizaban o mataban a los soldados y que provocaron el pánico.
La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, a punto de cumplir dos años, se convirtió en un conflicto similar, en el que las líneas del frente apenas se mueven pese al martilleo diario de la artillería.
El regreso del gas
Desde la fracasada contraofensiva ucraniana que debía empujar hacia la frontera rusa a los soldados del Kremlin, lanzada hace ya más de medio año, se ha pasado a una situación de estancamiento. Prácticamente igual que en la Primera Guerra Mundial pese a la modernización de las armas más de un siglo después. En ese escenario vuelve el gas.
Las autoridades ucranianas comparten desde hace meses con la diplomacia europea las pruebas que muestran que las tropas rusas estarían usando gases prohibidos por las convenciones internacionales. Kiev no hace mucho ruido con este asunto, cuenta un diplomático escandinavo destinado en Bruselas y que participó en reuniones en las que oficiales ucranianos presentaron las pruebas, porque teme que se desaten escenas de pánico entre sus tropas y en los civiles que viven cerca del frente.
La Justicia ucraniana, con la fiscalía general de Kiev al frente, lleva un largo conteo de esos ataques, que sumarían más de 60.
Los gobiernos europeos lo sabían, de ahí que desde el principio de la guerra estuvieran enviando a Ucrania material de protección NRBQ (nuclear, radiológico, biológico, químico).
Las fuentes consultadas en Bruselas advierten: “No es un secreto, lo sabemos, nos informan, pero nadie quiere dar mucha importancia al asunto por temor a ese pánico”. Este diplomático asegura que su gobierno está al tanto de que Rusia usa gases militares prohibidos desde poco después de empezar la guerra, desde que algunas líneas del frente empezaron a estancarse.
Los rusos usan los gases masivamente
Un informe del diario francés ‘Le Monde’, que tuvo acceso a comandantes militares ucranianos destinados en unidades de protección NRBQ, asegura que los rusos empezaron desde el primer año ese uso de gases prohibidos pero que es principalmente desde el pasado octubre cuando decidieron usarlos masivamente.
Cuenta que al principio sólo parecían atacar con granadas de gas lugares cerrados, para hacer salir a los ucranianos, pero que ahora los lanzan en obuses que explotan en el aire, sobre los soldados ucranianos, y dispersan el gas. También con granadas que tiran desde drones.
Qué tipo de gas usa Rusia
Los ucranianos mostraron a los diplomáticos europeos pruebas de que Rusia usa gas lacrimógeno CS, el mismo que usan cuerpos policiales de medio planeta, pero mucho más concentrado, lo que lo convierte en un arma militar prohibida por las convenciones internacionales, sobre todo por la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas, firmada en París en 1997.
También las prohíben las convenciones de Ginebra y preceptos de Derecho Internacional Humanitario. Rusia asegura que cumple esa convención de 1997 desde 2017. En alta concentración, esos gases lacrimógenos queman la piel y provocan en los soldados una tos que puede llegar a matarlos de asfixia.
Los diplomáticos consultados aseguran que, como otras pruebas recogidas sobre el terreno, el uso de armamento prohibido, en este caso de gases, se añade a la denuncia respaldada por la Unión Europea contra Rusia en la Corte Penal Internacional, tribunal con sede en la ciudad holandesa de La Haya.
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