Fue después de cumplirse el primer mes de gestión de Javier Milei. Desde los Estados Unidos ponderaron la iniciativa del Presidente argentino para sanear una situación asfixiante en materia económica y social.
Las señales emitidas por la Casa Blanca se dieron a través de uno de los alfiles de Joe Biden, considerando necesario remarcar las contemplaciones para «los sectores más vulnerables» en lo que, entienden desde el país del Norte, será un «difícil proceso de ajuste».
El primer espaldarazo llegó de parte de un vocero del Consejo de Seguridad Nacional, uno de los círculos donde se concentran los nombres de mayor confianza del primer mandatario estadounidense.
«Le damos la bienvenida a los esfuerzos del Gobierno de la Argentina que apuntan a restaurar la estabilidad económica», expresó el funcionario ante la consulta de La Nación. Aprovechó para dejar en claro: «Continuamos discutiendo la importancia de enfocarse en mantener el apoyo a los argentinos más vulnerables durante el difícil proceso de ajuste».
Las palabras de este emisario de los Estados Unidos se conocieron luego del nuevo acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Continuaremos trabajando con nuestros socios argentinos y apoyando sus esfuerzos para sentar las bases del crecimiento económico para crear oportunidades para las familias trabajadoras y, al mismo tiempo, aumentar nuestra cooperación en inversiones en energía y tecnología limpias», amplió el funcionario.
Fue la primera expresión de apoyo de parte de la administración Biden al libertario, con quien tiene sus discrepancias ideológicas. Principalmente alrededor del apoyo que se brindan mutuamente con el republicano Donald Trump.
Sin embargo, desde Balcarce 50 dieron gestos de alineamiento a las políticas exteriores de Washington, especialmente en ejes como la relación con China.
Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo había anunciado que el país llegó a un acuerdo con el FMI, que se destacó por una ambiciosa meta fiscal. En lugar de llevar el déficit primario del 3 por ciento actual al 0,9 del PBI, el Gobierno deberá obtener un superávit del 2 por ciento y acumular 10.000 millones de dólares de reservas netas en 2024, sin fondos nuevos.
Además, a fines de mes llegará un desembolso de 4.700 millones de dólares para cumplir los pagos de deuda hasta abril. Una clara señal de apoyo del organismo al fuerte ajuste.
«No es plata nueva, el desembolso es para pagar vencimientos de capital ocurridos en diciembre», explicó el Ministro en su exposición de días atrás.
Más allá del apoyo de la administración Biden que llegó en las últimas horas, las señales desde Estados Unidos habían sido de «cautela». Según pudo relevar Clarín, fue bien recibido en Wall Street por su pragmatismo, aunque persiste las dudas por su implementación.
Sebastián Vargas, jefe de Estrategia para América latina de Barclays, dijo que «la continuidad del programa con el FMI no es una sorpresa para el mercado». «El Gobierno le propone al FMI un agresivo ajuste fiscal al FMI que lleva el superávit primario a 2 por ciento del PBI. Esto hace que los números cierren muy bien en los papeles. Sin embargo, no fue suficiente para lograr grandes desembolsos de dólares que son tan necesarios. El mercado procede con similar cautela y piensa que hay 40 por ciento de probabilidad de que estemos en default antes de fin de año», graficó.
En la plaza doméstica, el dólar blue bajó 30 pesos después del anuncio, cortando su racha alcista. Los dólares financieros también cayeron. Los bonos en dólares subieron hasta un 2 por ciento y el riesgo país se reubicó en 1.933 puntos básicos.
En el mercado de acciones, el Merval cayó 1,87 por ciento en la bolsa porteña, mientras que en Nueva York los ADR alternaron alzas y bajas. La buena recepción del mercado se vincula con el elogio del Fondo al nuevo plan de ajuste y estabilización, lo que impactó positivamente en las cotizaciones de la deuda en dólares soberana en Wall Street.
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