Estilo de vida

Ana Obregón, de rosa bebé, radiante en el bautizo de su nieta

Este domingo fue un día que Ana Obregón marcó en números dorados en el calendario. Nueve meses después de su nacimiento, bautizó a su nieta biológica, Ana Sandra, nacida por gestación subrogada gracias al semen preservado del hijo de la actriz, fallecido en 2020, víctima del sarcoma de Edwing. La pequeña recibió las aguas bautismales en la parroquia Nuestra Señora de la Moraleja, el mismo templo que albergó la despedida de Álex Lequio.

Ana Obregón, de rosa bebé, se mostró radiante en todo momento sin poder esconder la espléndida sonrisa mientras sostenía a su hija en brazos. La productora y presentadora eligió como padrino a Giaccomo Ugarelli, uno de los mejores amigos de Álex desde niños -fueron juntos al colegio Internacional College Spain-. Por su parte, la madrina fue su sobrina Celia Vega-Penichet, que para el joven Lequio fue una hermana más que una prima, tal como ha reconocido la propia Ana. De hecho, ella es la tutora legal de la niña.

El bautizo fue un acto íntimo, alejado de las citas multitudinarias, con una treintena de invitados que ha disfrutado de una merienda en casa de la actriz después del acto religioso. No faltaron a la cita las hermanas de Ana, así como sus parejas e hijos, también con sus respectivos acompañantes. Un encuentro repleto de ilusión después de que Ana y su familia vivieran los dos años más difíciles ya que, además de decir adiós a Álex Lequio en mayo de 2020, despidieron a su madre, Ana Obregón Navarro solo un año después, en mayo de 2021, y a su padre, Antonio García Fernández, en septiembre de 2022.

También acudieron algunos de sus mejores amigos, como Susana Uribarri y Raúl Castillo, al que Ana llama cariñosamente Ra, que han estado a su lado durante todo este tiempo. Hasta donde se sabe, también estaba invitado el abuelo de la pequeña, Alessandro Lequio, sin embargo, el conde declinó desde el primer momento conocer a la pequeña y en esta ocasión no asistió.

Ana Sandra llegó al mundo el pasado marzo en Miami causando un gran revuelo en España, al que Obregón no dudaba en responder en una entrevista con Ana Rosa Quintana. «He pasado de este infierno a, de repente, tener en casa un pedacito de mi hijo con su sangre, con su sonrisa, porque huele a él. Tú sabes que los hijos tienen un olor especial y es volver a vivir, así de fácil», decía la actriz. «A los políticos les vino muy bien una cortina de humo para sus chapuzas. Yo estaba en Miami, no me enteraba de nada ni quería saber nada, estaba volviendo a vivir», afirmaba tajante.


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