Ricardo Schlieper aceptó la propuesta y será el subsecretario de Deporte del gobierno de Javier Milei
Como tenía previsto, luego de aterrizar en Ezeiza se dirigió casi sin escalas a la oficina de Libertador al 600 -uno de los dos bunkers que el futuro ministro del Interior tiene en la Ciudad- y allí Guillermo Francos, en persona, le ofreció dirigir la política deportiva argentina en el nuevo gobierno de Javier Milei. Ya en la escala de Barajas, Ricardo Schlieper se dio cuenta que al menos por un tiempo el anonimato del que disfrutó durante casi toda su vida de periodista primero y representante de futbolistas después deberá olvidar: tenía el celular explotado de mensajes por la repercusión que había tomado su nombre como el del futuro subsecretario de Deporte.
La reunión duró entre 40 y 50 minutos y compartieron café. Junto a su nuevo jefe -Deporte, como otras áreas, pasarán a depender de Interior en la nueva estructura del Ejecutivo-, el rosarino acordó que por ahora no hará declaraciones pero el corto diálogo por WhatsApp con Clarín fue contundente:
-¿Pudiste reunirte con Francos?
-Lo van a publicar en la página oficial. Acepté el cargo.
Schlieper, que a los 64 años estará por primera vez en la gestión pública, deberá ahora empezar a trabajar contra reloj. Primero buscará conversar con Diógenes de Urquiza para asegurarse que su antecesor en el cargo en el gobierno macrista vaya al Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) para convertirse en el nuevo director general. Para eso, de todos modos, deberá aguardar unos días porque De Urquiza se fue unos días a Salta. Su idea es reunirse también con Inés Arrondo, la secretaria de Deporte que estuvo ayer hasta tarde junto a sus colaboradores más cercanos en las oficinas del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo a la espera de la confirmación oficial del sucesor y acomodando documentos varios.
El nuevo funcionario, que en 2011 fue candidato a intendente de Rosario por el PRO e integró la lista de candidatos a diputado por Santa Fe de Patricia Bullrich en las últimas elecciones, también deberá conformar su equipo de trabajo y para ello tendrá una serie de reuniones el lunes en la Casa Rosada con el propio Francos otra vez.
Quienes lo conocen de cerca le dijeron a este diario que está muy contento con “la enorme responsabilidad que asumió y como amante del deporte intentará hacer todo lo mejor”. Lo que se le viene no le será sencillo porque el deporte argentino necesita un shock en cuanto al apoyo económico pero también en cuanto a un plan político que se mantenga en el tiempo. Y no sólo en lo que se refiere al alto rendimiento -cuyo responsable máximo sería (o debería ser únicamente) el ENARD- sino también al deporte social y de base.
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