Rondón: de ser tendencia a hacer un gol de carambola

Para Salomón Rondón, el primer tiempo fue una cosa y el segundo, otra totalmente distinta. Y va más allá del gol, un cabezazo que iba hacia un lado y acabó yendo hacia el otro por un rebote en un defensor: el nueve pasó de ser tendencia #1 en Twitter por su flojísima primera mitad a llenar los corazones riverplatenses con un grito de gol.

Está derecho al arco, Salo. Queda evidenciado por sus números, ya ocho goles en los últimos 13 partidos combinando River y selección de Venezuela, y también por la forma en la que se dan. Por su aguante y su toque de calidad, el delantero ha demostrado que puede hacer golazos como el que le marcó a Gimnasia -un bombazo al ángulo que significó un triunfo-, pero también puede hacer esos de nueve. Los de estar ahí, leyendo movimientos, y ligando un poquito. A veces, mucho. Bien de nueve.

Es tan cierto que Rondón la viene metiendo seguido como que sus goles llegan por esa cuota necesaria de fortuna. Tal es así que tres de sus últimos cuatro con la Banda fueron de carambola: el que le hizo a Boca en el superclásico, mandando al arco sin querer un tiro desviado de Enzo Pérez; el que le anotó a Talleres, empujando la pelota con la cola ante la salida del arquero, y el de esta noche cordobesa ante Belgrano.

Por eso, porque siempre le da de comer al equipo con sus tantos -fortuitos o no- y cuando más se lo necesita (Miguel Borja está desgarrado, por lo que Salo es la única referencia de área), Rondón pasó de los cuestionamientos en las redes a recibir algunos aplausos al salir de la cancha.