Vuelve. Gimnasia y Tiro de Salta jugará la próxima temporada en la Primera Nacional. Y la fiesta fue interminable, porque el Albo tuvo que sufrir para coronarse en el Torneo Federal A, pero en los penales contó con la fortuna que siempre se necesita en estas definiciones pero sobre todo porque brilló Federico Abadía, que tapó dos para que el grito explotara en la noche de La Rioja.
Y el desahogo fue enorme, merecido. Fue largo el camino para este club salteño que en 1992 jugó por primera vez en el viejo Nacional B, con un campañón que lo llevó un año después a jugar en Primera. En el 2000 cayó en el Torneo Argentino A y desde ahí la remó y la remó para llegar a esta gran definición ante el Milan de Pergamino.
Fue una verdadera final, apretada, pareja, con pierna fuerte pero leal. No se regalaron nada. De hecho, los goles llegaron mediante pelotas paradas. A los 34’ del primer tiempo, Nicolás Johansen metió un cabezazo implacable, pero Douglas no aguantó mucho: a los 38’ Ignacio Sanabria aprovechó un error del arquero Carrera en la salida y lo empató.
Arquero maravilla
Fue todo tan prolijo que tuvieron que esperar hasta los penales para definir al ganador. En una película de suspenso, que hasta estuvo por cambiarse de arco porque se rompió uno de los tirantes tras el segundo disparo, el Albo hizo la diferencia. Porque ahí, desde los 12 pasos, Federico Abadía se hizo enorme para taparles el remate a Pablo Mazza y a Agustín Osinaga (el primer remate de la serie lo ejecutó Lucas López, que la mandó a las nubes). De este modo, la fiesta en el estadio Mercado Luna de La Rioja fue toda salteña.
Una chance más
Más allá del dolor por la final perdida en La Rioja, Douglas Haig deberá recuperarse urgente porque tiene una oportunidad más de lograr el ascenso a la Primera Nacional: deberá enfrentar a San Miguel, que ganó el Reducido de la Primera B Metropolitana. Aún no se definió en qué sede se jugará este partido clave: en principio se jugaría el próximo sábado. Sí, hay revancha.
Source link