Estilo de vida

Romina Belluscio desvela que sufre la enfermedad de Lyme y relata su lucha contra ella

La historia de amor de Romina Belluscio y Guti comenzó el 11 del 11 de 2011, hace ahora doce años. Un tiempo en el que han vivido momentos llenos de alegría, como el nacimiento de sus dos hijos, Enzo y Romeo, pero en el que también han tenido que afrontar la enfermedad de Lyme que sufre Romina desde hace varios años. La argentina ha contado en primera persona cómo ha sido su periplo hasta lograr un diagnóstico y cómo es ahora su lucha por recuperar su vida. «Mi batalla con la enfermedad de Lyme», ha titulado su relato con el que quiere concienciar sobre la gravedad que puede desencadenar una picadura de garrapata y pedir más investigación para que su tratamiento sea «accesible y asequible para todo el mundo».

Para aquellos que piensan que es algo que «no existe» o que «no me va a pasar», la mujer de Guti ha subrayado que «existe y pasa». De hecho, a ella le sucedió hace tres años, cuando comenzaron los primeros síntomas«. «Es una enfermedad multisistémica, conocida también como ‘la gran imitadora’», ha explicado detallando que «se contagia por la picadura de una garrapata infectada con la bacteria de la Borrelia». En su caso, «la bacteria, en su primera etapa, me atacó de forma muy agresiva, entre mis síntomas se incluían: la fatiga severa, pérdida de memoria a corto plazo, dificultad para concentrarme, ansiedad, insomnio, estatus migrañoso, dolor articular, debilidad muscular, e intolerancias alimenticias varias», todo un abanico de síntomas dispares. «Para volverse loca», ha afirmado.

Empezó así un tortuoso camino hasta poner un nombre a la enfermedad ya que «esta primera etapa coincidió en parte con el posparto de mi bebé, entonces, para los médicos, todos los síntomas eran del posparto», ha lamentado. Durante dos años recorrió diferentes consultas por todo el país mientras «las bacterias se alojaron en mi cerebro, en mi corazón y en mi estómago, dejando mi sistema inmunológico a cero y creándome muchas coinfecciones, hasta el punto de pasar días sin poder levantarme de la cama a causa de los intensos dolores».

Cuando consiguieron poner nombre a la enfermedad comenzó una nueva etapa para la modelo que busca «recuperar» su vida sometiéndose a diferentes terapias. «Hoy día, sigo mi lucha en la recuperación de esta enfermedad, manteniendo mis tratamientos en Bélgica, cuidando muchísimo mi descanso, mi alimentación orgánica siempre que puedo, manteniendo los niveles de cortisol bajos», ha precisado.

A su lado en este difícil recorrido, la argentina ha tenido en todo momento a su marido, al que ha querido dedicar unas palabras de agradecimiento, especialmente por su apoyo durante los dos largos años durante los que su dolencia no tenía nombre. «Los años previos al diagnóstico con tantos síntomas fueron los más desafiantes de mi vida, fue una época de muchísimo aprendizaje y, sobre todo, de agradecimiento a mi marido, Guty, por no soltarme nunca de la mano». Un agradecimiento que ha hecho extensible a sus hijos, «por su amor y comprensión» y a su familia «por estar siempre cerca». Un relato que ha ilustrado con un carrusel de fotografías en las que se le puede ver sometiéndose a alguno de esos tratamientos hospitalarios.


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