Marchas frente a la casa de Benjamín Netanyahu en reclamó de su renuncia inmediata
Mucha estridencia en la noche del sábado en Jerusalén en el vecindario de la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu, ubicada casualmente en una calle céntrica llamada Gaza. En todo Israel hubo manifestaciones en demanda de que el gobierno se concentre en rescatar a los 242 rehenes en manos del grupo fundamentalista Hamas.
Las protestas derivaron rápidamente, sobre todo aquí, con un reclamo ruidoso para que el controvertido mandatario renuncie y lo haga inmediatamente. Es la primera vez que sucede desde el inicio de la actual guerra contra la banda Hamas en la Franja de Gaza.
La policía protegió el domicilio del líder político donde llegaron varios miles de personas, que en un momento derribaron las vallas armadas desde temprano frente al edificio que es una construcción aparentemente sencilla en la mitad de la cuadra.
Los efectivos utilizaron camiones lanza agua para reprimir a los manifestantes. Los gritos se repetían desde la calle: “renuncia ya” y “no te queremos”. La manifestación de mayor tamaño se produjo en Tel Aviv.
El reclamo de renuncia está muy generalizado en Israel debido a las insólitas fallas de seguridad que permitieron el asalto terrorista del 7 de octubre que se saldó con la vejación y masacre de más de 1.400 civiles israelíes en los pueblos frente a la Franja de Gaza y el secuestro masivo que incluye a un bebe argentino israelí de nueve meses de edad.
También contribuye al furor popular la ausencia de disculpas personales por parte de Netanyahu por ese grave déficit, al revés del reconocimiento público que realizaron los jefes militares y de inteligencia.
Este enviado, en viaje a la frontera con Gaza este sábado, vio en la autopista enormes carteles con la foto del primer ministro colocadas en los puentes con la leyenda en inglés “resign”, renuncie.
Una encuestas reciente señala que ocho de cada diez israelíes creen que es inevitable que el alto funcionario dimita, un porcentaje algo menor considera que esa dimisión debería ser inmediata a despecho de la guerra en curso. En total, 44 por ciento del universo encuestado ubica al premier como el principal responsable de la masacre que disparó la actual guerra.
El apoyo político al gobierno armado con partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos, registra una caída en vertical, al revés que la oposición centrista del ex militar y dirigente Benny Gantz, quien integra el gabinete de emergencia y aparece muy alto en los sondeos y como un posible relevo del gobernante.
La prensa es insistente con la necesidad de ese cambio. El diario Yediot Aharonot, el más grande de Israel, tituló la semana pasada su suplemento económico con el pedido de renuncia y señaló que no es necesariamente cierto que no se puede cambiar a un líder durante la guerra. “Es posible”, remarcó.
En la misma línea se pronuncio el diario liberal Haaretz en su principal editorial en el cual llamó a la oposición a un voto de desconfianza que derribe el gobierno.
Periodistas conocedores de los comportamientos de las protestas señalaron que la de este sábado es probablemente la primera de una serie como las que hubo en todo el país para impedir que el gobierno esmerile el poder de la justicia, lo que la gente consideró un daño grave a la democracia del país.
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